
Body Combat es un entrenamiento cardiovascular inspirado en las artes marciales. Coreografiado en base a una buena música, los participantes realizan golpes, puñetazos, patadas y katas, quemando así calorías y consiguiendo una mayor resistencia cardiovascular.
Entre sus beneficios están la tonificación y definición de los musculos, la mejora de la fuerza y resistencia cardiovascular y la mejora de la coordinación.